CHARLIE RIVEL
Charlie Rivel es
el nombre artístico de Josep
Andreu i Lasserre, payaso español que
nació en Cubellas, provincia de Barcelona (España) ,
el 24 de abril de 1896 y fallecido en San Pedro de Ribas el 26 de julio de 1983, fue uno de los payasos más famosos de la
historia del circo. Sus padres, Pedro Andreu Pausas Rivels (español) y
Marie-Louise Lasserre (francesa) fueron artistas de circo también.
En 1971 figuró entre los
payasos a los que Federico Fellini rindió
homenaje en su película I Clowns.
En 1973 actuó como estrella invitada en
el Festival de Eurovisión, en el entreacto (recuento
de votos). "Charlie Rivel" da nombre a una de las mayores escuelas de
infantil (3 a 6 años) y de primaria (de 6 a 12 años) de Cataluña (Josep
Andreu Charlie Rivel). Está situada en el pueblo natal del illustre payaso,
población donde se casó por última vez y pasó los últimos años de su vida.
CURIOSIDADES
·
A partir de 1935 y hasta finales de la guerra abraza
el nazismo trabajando para el departamento de propaganda del Tercer Reich. En esa
situación, mantiene relaciones amistosas con Adolf Hitler y Joseph Goebbels. Son
hechos avalados por la misma familia Andreu.
Posteriormente,
al finalizar la guerra, Charlie pide ayuda al General Franco, que le
proporciona pasaporte y entrada en España.
·
Una de las anécdotas más entrañables es la de cuando
entró en la pista del circo y aún no había empezado su actuación cuando un niño
empezó a llorar desesperadamente (probablemente era la primera vez que veía a
un payaso). Charlie no podía empezar su actuación pues el público estaba más
pendiente del escandoloso llanto del niño que del payaso. Charlie se acercó
cautamente hacia el niño para hacerle una caricia e intentar calmarlo, pero el
efecto fue el contrario y el niño empezó a llorar aún con más fuerza entre las
risas medio divertidas medio enternecidas del público adulto. Rivel,
profundamente conocedor de la psicología infantil, se retiró hacia el centro de
la pista y empezó también a llorar, desconsoladamente, solidariamente. Con eso
bastó. El niño se calló en el acto, con unos ojos abiertos como naranjas por la
sorpresa de haber descubierto que aquel ser rojo y amenazador se sabía expresar
también con su mismo lenguaje tan transparente y directo: el llanto. Y Rivel
continuó llorando. Cuando, todavía lloroso, se volvió a acercar hacia el niño,
ya totalmente calmado y mirándolo electrizado, la criatura se sacó el chupete
de la boca y se lo dio a Charlie, en un acto de solidaridad primigenia. El
llanto de Rivel se agotó y el público arrancó en aplausos. El payaso aceptó el
ofrecimiento del niño y, hoy, aquel chupete histórico se conserva entre las
vitrinas del Museo Charlie Rivel de Cubellas.
·
Ganó un concurso de imitadores de Charlot,
a pesar de que el propio Charles Chaplin participaba en él de incógnito. Al
finalizar el concurso, Chaplin se acercó a Rivel y le dijo esto:
¿Es usted quien me
imita a mí, o soy yo quien le imita a usted?
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