RAMADÁN
El Ramadán es una
tradición musulmana que debe celebrarse todos
los años durante el noveno mes del calendario lunar. Este consiste en aquel
período en el que los musulmanes realizan una serie de sacrificios en honor a
Alá. Tanto hombres como mujeres deben realizar ayuno desde la salida del sol
hasta el ocaso. Además deben dejar de fumar y de perfumarse.
Los musulmanes dejan de
realizar todas estas actividades porque Dios así lo ha ordenado.
El ayuno resulta ser una
parte crucial del Ramadán, y debe comenzar a cumplirse al llegar a la pubertad.
Los únicos que tienen permitido no realizarlo son los niños, las mujeres
embarazadas, los enfermos y los viajeros. Una vez que se ha escondido el sol es
usual beber jugos o agua, los que se acompañan por dátiles, sin embargo,
después de la Oración de la Puesta, es posible ingerir una comida completa.
Posteriormente, luego de un descanso, los musulmanes deben acudir a la mezquita
para la Oración Nocturna Especial.
Durante el período que
dura el ayuno, los musulmanes deben continuar realizando sus actividades
cotidianas en forma totalmente normal, sin embargo, existen algunos lugares en
los que se ha decidido adaptar la jornada laboral acortándola dos horas.
Hacia el último día de
ayuno, los musulmanes toman un baño temprano por la mañana e ingieren algo de
comida. Luego, se perfuman y se visten elegantemente para acudir al lugar de la
congregación del Final del Ayuno. Se dirigen a aquel lugar repitiendo
incesantemente, “Dios es grande, no hay más Dios que Dios y sólo Dios merece
toda alabanza”.
No sólo se realiza ayuno,
sino muchos musulmanes realizan retiros y peregrinaciones, principalmente a La
Meca (Arabia Saudí), en las que el fin
último es la alabanza a su Dios. Aquellos que realizan retiros pasan el día
recitando el Corán con fervor, rezando oraciones extraordinarias, estudiando
las tradiciones del profeta Mahoma y repitiendo frases de gloria y alabanza a
Dios.
Durante todo el mes que
dura el Ramadán los musulmanes reciben muchas bendiciones si cumplen todos los
mandatos de Dios. Los más pobres y necesitados reciben mucha ayuda en ropa,
comida y dinero por parte su comunidad. Ocurre que durante este tiempo fluye
entre los musulmanes una energía especial que los convierte en personas más
generosas y amistosas.
Genial investigación Marta.¡Felicidades!
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