lunes, 9 de junio de 2014

EL TESORO DEL CARAMBOLO

El Tesoro de El Carambolo es un conjunto de varias piezas de oro y cerámica que primitivamente se creyeron de origen tartésico. Recientes investigaciones lo consideran el ajuar propio de animales que eran sacrificados en templos de origen fenicio.
Fueron encontradas en el cerro de El Carambolo en el municipio de Camas, a tres kilómetros de Sevilla, en unos pequeños cerros (carambolos) que se elevan casi a un centenar de metros sobre el río Guadalquivir.

El 30 de septiembre de 1958 se encontró el tesoro, siempre se creyó que era una leyenda que allí existiera un tesoro, en primer lugar un brazalete que era de oro de 24 quilates y con un incalculable valor arqueológico. Más tarde se encontraron con un recipiente de barro cocido que contenía otras piezas. Al principio se creían que eran imitaciones de joyas antiguas, de latón o cobre.


El tesoro está formado, en total, por 21 piezas de oro de 24 quilates, con un peso de 2.950 gramos. Son joyas profusamente decoradas, con un estado satisfactorio de conservación, salvo algunas que se estropearon durante el hallazgo.

Por los investigadores, se estableció que las piezas pertenecían entre los siglos VIII y III antes de Cristo.

Este tesoro  se encuentra en una caja fuerte de un banco, y se pueden observar imitaciones del mismo en el Museo Arqueológico y Ayuntamiento de Sevilla.

Se han encontrado piedras preciosas en el tesoro, como turquesas.


La razón conjunto se cree que se tratase de adornos para algún animal que los fenicios sacrificasen a un dios suyo, dejando la joyería en una fosa. Otros investigadores creen que las joyas pertenecieron a algún rey o soberano fenicio.









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