LA ODISEA

La Odisea es un relato extraordinario, compuesto por bellos versos, que los antiguos griegos escuchaban con atención, y aprendían de memoria, mientras comían. Tal es así que ha perdurado hasta nuestros días, sin que la continua aparición de nuevos textos haya conseguido desbancarlo de los primeros puestos de las lecturas preferidas. Contiene tantas aventuras que es ideal para que los niños se aficionen a la lectura.

Por otro lado, hay que convenir en que los dioses griegos eran sumamente divertidos. Los enfados, tirrias y favoritismos de aquellos dioses, siempre pendientes de lo que hacen las criaturas humanas, captan por completo la atención.

Así, Atenea, la diosa de los ojos verdes, que quería mucho a Ulises, tuvo que esperar durante mucho tiempo, hasta que Poseidón se fue a Egipto para interceder ante su padre Zeus y que le dejase salir de la isla en la que lo tenía retenido Calipso. Poseidón estaba enfadado con Ulises desde que éste venció a su hijo Polifemo.

La Odisea comienza después de la guerra de Troya, cuando Ulises, muy astuto, emprende el regreso a Ítaca, en donde le esperan su mujer Penélope, su hijo Telémaco, y su padre Laertes. El regreso está lleno de vicisitudes, son innumerables los peligros que debe sortear. Sus seguidores muchas a menudo desobedecen sus consejos y con ello dan lugar a nuevas calamidades. Finalmente, el héroe logra llegar a Ítaca.

    Durante su ausencia no ha sido fácil la vida para Penélope y Telémaco. Por su parte, Laertes contiene su pena con dificultad. Docenas de pretendientes se han apoderado de la casa de Ulises y se comen su hacienda, mientras exigen a Penélope que, pues que han dado a su esposo por muerto, que se case con uno de ellos y lo convierta en el nuevo rey. Ella los entretiene con añagazas, pero la situación cada vez es más difícil. Por su parte, Telémaco sale en busca de su padre. A su regreso, y una vez informado de todo, Ulises obra con la astucia que le caracteriza.